domingo, 13 de enero de 2013

Materialismo Dialéctico

Es lo que surge cuando sumas "Shiki Haramitsu Daikomio" (Que la experiencia nos ayude a desarrollar la luz de nuestro interior hacia fuera, una plegaria que recitan juntos alumnos de la Bujinkan Budo Taijutsu antes de empezar la clase) con "Luz, fuego, destrucción" (Extracto de uno de los openings de Dragon Ball Z).

La conclusión es que la experiencia da "luz" a las personas, luz que puede crear destrucción. Es deber y necesidad de todo ser desarrollarse para adaptarse al medio, para defenderse de otros seres que también luchan por desarrollarse. Hay que recordar que los seres no se desarrollan hasta la supervivencia sino hasta donde pueden, a costa del resto de seres y del medio en general.

Son candelas las que deciden si un ser sobrevive, si tiene descendencia, si consigue proteger a sus seres queridos... todo depende de cuánto se desarrollen ellos mismos y los de su alrededor.

Si el evolucionismo estudia cómo unas especies se transforman según su relación con otras, consigo mismas y con el medio, el materialismo dialéctico se encarga de estudiar la lucha de poder entre conjuntos (no me voy a meter ahora en si son clases o qué son, u otro día o lea usted a un sociólogo) sociales, y cómo estos evolucionan, claro.

Otra cosa es que cumplan los objetivos de una ciencia: describir, explicar, predecir y solventar. Pero lo intentan, con más o menos acierto.

Volvamos con la premisa: La realidad influye en nosotros (intentamos que sea a bien) y nosotros influimos posteriormente en la realidad.

Es una premisa tan general que podría verse como el origen de todas las disputas. ¿Cómo observar? ¿Cómo comprender? ¿Cómo aplicar? ¿Cómo comprobar?

¿Lleva a algún sitio salir a la calle todos juntos gritando "manos arriba, esto es un atraco"? ¿Llega un momento en el que rendirse con un determinado objetivo? ¿Qué queremos de la realidad? ¿y "para"? ¿Desarrollarse o desarrollar a los demás es bueno?

Lo cierto es que el materialismo no debería dar ninguna respuesta a eso. Sólo debería tratar de predecir con suficiente precisión y con un sistema lo suficientemente claro para dar la decisión al ser que lo consulta. ¿Quiere usted contribuir a un mundo así o asá? Introduzca las decisiones del resto del planeta.

Es el principal error de construir una ciencia el obcecarse en este objetivo. Por eso describir y explicar son lo primero, después predecir y por último solventar, crear una aplicación que nos asegure un futuro.

La química ya ha conseguido crear cosas que sirven para algo. Que funcionan. Pero las ciencias más humanas siguen sin desarrollarse, y no parece que vayan a hacerlo.