viernes, 12 de abril de 2013

Amistades únicas

Hay amistades que merecerían llamarse amor. No amor carnal, ni siquiera un amor por convivencia, es más, tengo seguro que caer en querer más haría que los sentimientos por esa persona dejasen de ser especiales.  Hay veces que te enamoras de una amiga y le dices lo que sientes, pero que no la quieres perder como amiga. Pero cuando realmente estás satisfecho con lo que sientes, es cuando no le dices nada, y como en una cata de vino, degustas y escupes, no porque no te guste, sino porque quieres seguir sintiendo exactamente lo mismo.

¿Quién sería tan estúpido para querer comprobar si es amor o no, si puedes tragar y tragar sin perder el sentido del olfato? Yo tengo claro lo que siento. No quiero que sea amor, pero porque no quiero que cambie. Y aunque yo no amara a otra persona, y esa persona tampoco amara a su respectivo, no sería tan estúpido como para dejar caer la imagen que tengo y perder la ilusión de cómo pueden ser las personas. 

Porque la imagen de mi amada es perfecta, y real, y no la quiero menos por poder disfrutar de la dulzura de otras personas, porque sabe que la única dulzura real que tengo es la suya. Pero explícale eso a un moscardón como yo, dile "no, esa es irreal, o la pruebas de verdad o tira para la tuya". Oiga, yo veré lo que hago, que a quien más quiero es a mí mismo, y eso incluye lo que siento por mi novia y lo que siento por mi amiga, y no por tener de lo primero me tengo que quedar sin lo segundo.

Y hablando de amor, vaya semana me he dado yo solito. No podía dejar de pensar en que no podía seguir así, en que necesitaba más comunicación... Si pudiera firmar con sangre que no quiero preocuparme por la comunicación nunca más... Y todo para ir cayendo poco a poco hasta tocar fondo. Ayer noche acabé pensando que no la quería, que igual no sentía amor, acabé creyéndomelo.

Todo el estudio de la semana se me vino abajo. Sólo me faltaba no recordar mi nombre y mi dirección. Y a los dos minutos empiezo a acongojarme, diciéndome que quiero quererla, que no es justo, que quiero echarla de menos...

No sé a qué hora conseguiría dormirme, pero esta mañana me desperté antes de que sonase la alarma. Estaba enamoradísimo perdido, pero raro. Escuchar NSQMD de Sujeto K ha sido como ver la luz. Vaya estupidez, y como colofón, pensar que estaba rayándome así porque quería justificar mi amor de manera racional, y simplemente pensar que no podía saber por qué la quiero, resulta que me aclara las cosas.

¿Extraño, verdad? Bueno, así soy yo, así eres tú (me gustaría empezar a escribir en segunda persona, ya que básicamente lo leo yo, pero pasar todo a segunda persona del imperfecto... me da pereza, hazte una idea)

Te quiero, Imanol. No la cagues. A ver si la próxima vez que leas esto has hecho algo con tu vida. (Sí, no sé si te acuerdas, pero siempre te gustó meterte puyitas a ti mismo, no de cachondeo, sino a donde duelen)