jueves, 23 de mayo de 2013

Conductas pseudosexuales

Vamos a seguir con el rollo raro de la entrada anterior:

Conductas pseudosexuales como actividad social común. La hipótesis inicial va a ser: Dar salida a un interés sexual sin intención de realizarse, es decir, mostrar cariño. Objetivo: ganar pretendientes adecuados (no en número sino en calidad), como el de cómo ser con los demás.

Este rollo raro va a ser llamado a partir de ahora, perspectiva sociosexual. Por qué? Porque al revés mola menos, y por qué precisamente estudia los comportamientos sociales desde el objetivo de conseguir sexo de calidad, con pretendientes adecuados, con buenos genes al menos en apariencia (no sólo física, pero al fin y al cabo apariencia es mientras no se demuestre que los genes busquen otra cosa que no sea aparentar, como a muchos les gusta).

Elaboremos una conjetura: Con estas conductas pseudosexuales (que un animal sólo haría prácticamente como acercamiento al sexo) se busca una conexión social. Una referencia. Si te das dos besos con una persona que es atractiva, agradable e inteligente para el espectador, el espectador piensa de ti que eres... una persona normal. Quizá no eres una mala persona, o no eres tonta de remate, pero la referencia que tiene el espectador de ti es buena pero completamente etérea: Darse dos besos es una conducta pseudosexual, un gesto de cariño, normalizado.

Sin embargo, darse un abrazo, cogerse de las manos y pegar botes mientras se dan grititos, decir te quiero en plan amistoso, hacerse el gesto del cunnilingus o guiñarse el ojo de cachondeito no están normalizados, unos más y otros menos. Cada gesto tiene de por sí unas connotaciones, porque precisamente el no estar normalizado limita la experiencia de ese gesto, y eso provoca prejuicios. Si el espectador lo ha visto hacer a un tipo de gente, si ve alguien que lo haga probablemente sea de ese tipo de gente. Si ese tipo de gente tiene algo en común, probablemente el espectador piense que tienen algo en común quienes acabe de ver haciéndolo con quienes había visto hacerlo.

Pero aparte de esto, si uno se imagina personas haciendo cosas de ese tipo, está claro que cuanto más se acercan a actividades de pareja, cuanta más confianza parece haber (porque parece necesaria para hacer algunas de esas actividades) entre esas personas, más posibilidad de pensar que tengan algo en común, no con quienes se conoce que hacen ese gesto (que también) sino entre las dos personas.

Así, el cariño entre esas dos personas se vuelve un vínculo que las beneficia en la medida en que el espectador opina de la otra. El espectador estaba viendo a una chica atractiva, agradable e inteligente y a otra. Es decir, conoce a una de ellas, que llamaremos chica A. A la chica B sólo la conoce físicamente (pongamos que es algo menos atractiva que A, p.e.). Cuanto más cariño demuestre A por B, mejor imagen tendrá el espectador de B, sin conocerla. Sin embargo, si B muestra más cariño por A que A por B, se invierten los roles, y B pasa a ser cariñosa, quizá, pero no del interés de A como antes.

A estaba demostrando en el primer ejemplo una conducta psedosexual. Y le estaba dando al espectador una buena referencia de B. Si B mostrara más o menos cariño hacia A es prácticamente indiferente. Repito que A es la referencia del espectador, es la chica de las dos que él conoce. Y son los gestos de A los que el espectador valora de B, y no los de B.

Si B mostrara más cariño que A, no es que se valorase negativamente el cariño de B: Es que lo que se valora es el contraste, que A da menos cariño, y por ello parece cariño negativo, aunque quizá sólo está cansada y por eso no sonríe tanto como es habitual en ella.

Así que estos gestos tienen un valor, una unión tribal, no es sólo decir delante de los demás mira qué bien me cae mi amiga, doy fe que es buena gente. En los humanos hay profundos mecanismos sociales, luchas de poder y también tratados de paz, entre cada pareja de individuos que interactúan.

Y ello nos lleva a reinterpretar los gestos de pareja. La finalidad no es ayudarse el uno al otro a ligar, pero estas conductas tienen un efecto retroactivo: Intentamos decir, valoro a mi pareja, y ella me valora, y ambos intentan impregnarse de la imagen que la sociedad tiene del otro.

Por qué iba a hacer eso un animal? Para conseguir buenas referencias. Para encontrar al Otro.

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